Un blog para compartir latidos de entrega a la Vida y, más específicamente, a la tarea más noble y de más alta responsabilidad: EDUCAR.
Una puerta que se abre para adentrarnos en el reconocimiento de lo que nuestro Corazón ha sabido siempre.
A veces el pequeño
cuerpo de un niño puede albergar, desde bien temprano, un gigantesco tirano,
tan despiadado como inconsciente, tan poderoso como vulnerable.
Los pequeños tiranos
son niños o niñasque chantajean,
imponen sus deseos , insultan e incluso agreden a unos padres que se muestran
impotentes, incapaces y sienten que su hijo se les escapa de las manos. Son
niños quemuestrandificultades para mostrar empatía o sentir
culpa y presentan una clara intolerancia a la frustración. Rápidamente aprenden
a controlar a sus padres con sus exigencias que suelen manifestar a través de
conductas disruptivas y extremas.
Buena parte de los
llamados niños tiranos han sido criados sin límites familiares ni sociales. En
su psiquismo más profundo, el niño sabe que su seguridad depende de los adultos
de su entorno más próximo. Por eso, junto al sentimiento de control, poder y
dominio que puede sentir el pequeño ante unos adultos blandos, inestables,
inseguros o débilesse despierta en él
un oscuro, hondo e inconsciente sentimiento de angustia e inseguridad. ¿Cómo va
a sentirse seguro ante quienes han de velar por su seguridad si él mismo, con
apenas unos años, los maneja a su antojo? Desde esta angustia en la sombra de
unas conductas conflictivas el pequeño tirano no está sino pidiendo que el
adulto recupere su lugar y su fuerza, le marque unos límites claros, definidos
y contundentes ante los que él pueda rendirse y sentirse protegido y seguro.
El niño tirano es la
primera víctima de sí mismo, arrastrando con él todo lo que se encuentra a su
paso. Su angustia enmascarada de poderío no es sino la fuente del sufrimiento
de los adultos disfrazado de debilidad.
Las nuevas generaciones
vienen cada vez con más fuerza y energía. Por eso necesitan de adultos serenos,
estables, firmes, conscientes y con la suficiente energía y determinación como
para plantarle unos límites claros, no para reprimir la fuerza y energía vital
de los niños sino para canalizarla adecuada y convenientemente. Sin límites la
conducta de los niños se desborda, y todo desbordamiento es sinónimo de
alejamiento del centro, de desconexión de ese espacio interno donde el niño
puede encontrar lo mejor de sí mismo.
Nota aclaratoria: Tomo el término "tiranos" que aparece por primera vez en la obra "El pequeño
tirano" (Herder 1991) de Jirina Prekop, psicóloga del Departamento de
trastornos del desarrollo del Olgahospital de Stuttgart, conocida, sobre
todo, por su terapia de sujeción y que tal vez fue la primera en
explicar el fenómeno y señalar qué sujeción y apoyo necesitan los niños
para poder desarrollarse sin trastornos. Para nada uso "tirano" como
descalificador de los niños sino para señalar una conducta que responde a
la angustia generada en los niños cuando los adultos no asumen su rol y
no actúan convenientemente. La "tiranía" del niño esconde, por lo
general, una angustia que procede de un entorno que no le ayuda a su
propio "empoderamiento" ni le muestra el camino hacia la fuerza de la
ternura de su corazón.
Pactar con Corazón. Intervención de José María Toro en el Pacto por la Educación y la Formación a lo largo de la Vida. Pacto por Tenerife para Canarias.
Salón de actos de la Facultad de Educación de la ULL. 29 de Abril de 2013.
Universidad de La Laguna. Tenerife (Canarias)
Pacto por Tenerife para Canarias. Universidad de La Laguna
Pacto por la Educación y la Formación a lo largo de la Vida
El Pacto por Tenerife para Canarias, liderado
por la Universidad de La Laguna, abre su segundo debate acerca de la
educación y la formación a lo largo de la vida, para el que la
institución docente contará con destacados expertos en la materia. En el
mes de mayo se celebrará un encuentro más para proponer mejoras
relacionadas con la ciudadanía y el bienestar social.
Desarrollo de las temáticas a debatir:
a) ¿Cómo habría que garantizar el reconocimiento
social de la figura del docente de modo que se hagan visibles las buenas
prácticas de enseñanza?
b) ¿Cómo habría que lograr la reconciliación entre los
distintos miembros de la comunidad educativa para que se comprometan en
un proyecto común de mejora de los resultados de aprendizaje?
c) ¿Cuáles serían las urgencias de aprendizaje escolar
y de formación a lo largo de la vida que la sociedad canaria debe
establecer en un marco temporal a largo plazo (20 años) de tal forma que
se garantice el progreso de Canarias?
Fecha: 29 de abril.
Lugar: Salón de actos de la Facultad de Educación de la ULL Ponentes:
Olga Alegre de la Rosa. Catedrática de Universidad de Didáctica y
Organización Escolar. Decana de la Facultad de Educación de la ULL
José María Toro Alé. Autor del libro "Educar con Co-Razón". Experto en formación docente.
Rocío Peña Vásquez. Profesora Economía Aplicada ULL. Experta en Economía de la Educación
Silla social: Mª Dolores Berriel Benítez. Presidenta del Consejo Escolar de Canarias
Los siguientes perfiles son solo una caricatura cómica de los vicios y las virtudes de los docentes innovadores, pero seguro que muchos nos vemos reflejados en varios de ellos. ¿Con cuáles de los siguientes perfiles te identificas tú?
- Los Robinson Crusoe. Son
los profesores que intentan innovar a solas, encerrados entre las
cuatro paredes de su clase y desconectados de una comunidad de
aprendizaje que apoye su práctica docente. Incomprendidos por la
institución en la que trabajan, intentan construir una isla de innovación educativa en un océano de prácticas y estructuras tradicionales y obsoletas.
En su versión negativa, el resultado habitual suele ser la
desmotivación y la frustración, ya que una persona sola no puede hacer
una revolución sin aliados. En su versión positiva, el profesor Robinson
encuentra su Viernes, y después más aliados a los que acaba contagiando su inconformismo con la situación actual y el entusiasmo por el cambio educativo.
- Los Gulliver. Son los profesores que han viajado y trabajado en otros sistemas educativos diferentes al suyo, y son potencialmente un factor de cambio educativo fundamental porque pueden importar prácticas, herramientas y mentalidades que
funcionan en otras latitudes. En su versión negativa, el profesor
Gulliver puede acabar sintiéndose frustrado (como un gigante entre
enanos), ya que no todos los centros educativos saben aprovechar este
conocimiento práctico. En su versión positiva, si trabajan en una organización que aprende (es una paradoja que muchas instituciones educativas no lo sean), estos profesores enriquecen mucho su práctica y la de sus compañeros.
- Los Sherlock Holmes.
Son los docentes que investigan o que acuden a la investigación para
resolver los misterios de la profesión educativa: cómo funciona la
motivación de los alumnos, qué prácticas docentes dan mejores
resultados, cómo aprende un cerebro, etc. Mientras que el
profesor tradicional improvisa o aplica medidas obsoletas, el profesor
Sherlock Holmes sabe que hay mucha investigación reciente sobre todo
tipo de cuestiones educativas, y ha desarrollado la capacidad
de buscar y utilizar esa información en su trabajo práctico diario. En
su versión negativa, se vuelve esclavo de los resultados y las fórmulas
de éxito (que ni existen, ni suelen encajar con la realidad); en su
versión positiva, se atreven a experimentar, no tienen miedo de equivocarse y autoevalúan continuamente su práctica para corregir y ajustarla a su realidad. Se les reconoce porque van a más congresos que un médico.
- Los inspector Gadget. Son
los fanáticos de la tecnología educativa. En su versión positiva se
mantienen actualizados, entusiasman a sus alumnos utilizando las redes
sociales con fines educativos y encuentran continuamente nuevas formas de utilizar herramientas digitales para aportarle valor al proceso educativo.
En su versión negativa, se obsesionan con utilizar lo último de lo
último tenga sentido o no, son fetichistas de los dispositivos
móviles, sacralizan las herramnientas digitales, obligan a sus alumnos a
abrir un perfil de Twitter que al final no utilizan nunca y
confunden la multiedición de un archivo en la nube con el trabajo en
equipo. Se les reconoce porque dicen cosas como “Power Point ha quedado
obsoleto, ahora se utiliza Prezi/PowToon/VideoScribe/etc.”.
- Los Quijotes educativos. Son
los más visionarios, disruptivos, soñadores e inconformes con la
educación actual. Sueñan una educación que sustituya los procesos
estandarizados y la domesticación del alumno por la creatividad, la
iniciativa, el liderazgo, la pasión, etc. En su versión más negativa,
plantean paraísos educativos utópicos, demasiado difusos y
generales, completamente desconectados de la realidad educativa actual y
sin propuesta concreta de aplicación práctica. La imposibilidad de
realizar sus propuestas y la frustración con su realidad actual generan
habitualmente pesimismo e inacción. En su versión positiva impulsan
el cambio educativo hacia adelante, inspiran al resto de docentes y
crean prácticas alternativas que abren nuevas posibilidades. Si forman equipo con aliados más prácticos y resolutivos, los Quijotes aportan uno de los elementos claves para el cambio: una visión de futuro motivante, útil y que mueva a la acción.
- El profesor Pixar. Es
una combinación del liderazgo horizontal y participativo de Woody en
Toy Story, la versatilidad y las multihabilidades de Wall-e, la ilusión
y la persistencia del abuelito de Up y el carácter asertivo y
empático de Buzz Lightyear. Pretenden llevar el aprendizaje de sus
alumnos al infinito y más allá. Son los profesores
que conocen las últimas tendencias de aprendizaje (gamificación,
aprendizaje invisible, aprendizjae basado en la acción…) y las trasladan
al aula. Empoderan a sus alumnos aunque a veces produzca vértigo y se
les reconoce porque se consideran a sí mismos facilitadores, coach o “dinamizadores del aprendizaje”. En
su versión negativa, van muchos años por delante del sistema educativo y
no encajan en éste, chocan con las rutinas y estructuras rígidas de la
educación tradicional, plantean objetivos difusos cuya realización nunca
evalúan y muchas clases se le van de las manos porque los alumnos
malinterpretan la libertad que se les deja. Han eliminado la clase
magistral por completo de su repertorio y y convierten cada clase en una
performance grupal. En su versión positiva tienen una mochila
llena de herramientas para las diferentes situaciones y saben diseñar
experiencias de aprendizaje colaborativo e informal. No están
obsesionados con los contenidos, sino que se enfocan en el desarrollo de
habilidades y saben confirmar si sus alumnos las desarrollan o no. Generan
participación y disciplina gracias a sus habilidades comunicativas y de
colaboración, especialmente la asertividad y la capacidad de generar
compromiso.
Estos
perfiles no existen en estado puro en la realidad, sino que cada docente
innovador es una mezcla única de aspectos tanto positivos como
negativos de los diferentes perfiles. ¿Con qué elementos de los diferentes perfiles te identificas?
¿Qué otros perfiles de profesores innovadores identificas?
Raúl González García.
Conektio es su blog sobre nuevas tendencias de aprendizaje, colaboración y liderazgo.
Más de 80 expertos critican en una
carta que las famosas evaluaciones internacionales modifican los sistemas
educativos solo para salir bien en la foto.
¿Están modificando los exámenes de evaluación de
PISA las políticas educativas de los países que los celebran? Un total de 83
grandes expertos internacionales —la mayoría estadounidenses y británicos—
están convencidos de ello y lo critican en una carta que han hecho llegar al
alemán Andreas
Schleicher, director del programa de evaluación al que se someten los
alumnos de 15 años de 64 países de la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económicos (OCDE).
“Los Gobiernos, los ministros de educación y los
directores de periódicos esperan con ansiedad los resultados de PISA, que son
citados como fuente autorizada en muchas declaraciones políticas. Y estos han
empezado a tener influencia en las prácticas educativas de muchos países”, se
lamentan en la misiva los expertos. “Los Gobiernos están reajustando sus
sistemas educativos con la esperanza de mejorar en los ranking. En
muchos países la falta de progreso en PISA se relaciona con la crisis y esto
está condicionando sus reformas, que se hacen de acuerdo con los preceptos de
PISA”, continúan.
Schleicher ha optado por contestarles desde la página
de la OCDE en
otra carta abierta en la que defiende lo contrario: “PISA proporciona
oportunidades para diseñar una estrategia política, porque muestra otras
opciones, perspectivas, al compararse con otros países. Y permite a los
políticos, administraciones y organizaciones colaborar fuera de sus fronteras”.
El director del test
opina que comparar países
sirve para orientar las políticas.
Fuentes del Ministerio de Educación
reconocen que se tiene en cuenta el indicador de PISA porque hay detrás un
órgano solvente como la OCDE. Pero aseguran que se analizan otros factores,
como las características educativas del país y las condiciones sociales. Pues
consideran que “sería un error enseñar para aprobar el examen, porque eso
pervierte la finalidad de la Educación”. Otros Gobiernos, como el noruego,
también niegan la dependencia de PISA, que en su opinión tiene más eco en los
medios que consecuencias en la vida de los centros.
“Hay, naturalmente, diferentes énfasis entre los
críticos de PISA. Pero uno de los grandes problemas es la apresurada
interpretación con puntos débiles que hacen los políticos”, explica el primer
firmante, Heinz-Dieter Meyer, de la Universidad de Nueva York, en Albany. “Pero
en mi opinión, la problemática es más profunda y afecta a: 1) el estrecho
alcance de lo que se ha medido; 2) el hecho de que la OCDE —como organización
dedicada al desarrollo económico— tiene un sesgo en favor al papel económico de
la educación, olvidando que, en democracia, hay muchos otros aspectos
importantes de la educación pública: la salud, el desarrollo moral, artístico y
creativo; la participación cívica y la felicidad”.
Ante la polémica suscitada una de sus autoras,
Elaine Wilson, de la Facultad de Educación de la Universidad de Cambridge,
precisa también algo más. “No tengo problemas con PISA. De hecho, creo que los
materiales de las pruebas son muy buenos y que es muy útil tener indicadores
internacionales. El asunto es que el fallo es malinterpretado por los
políticos, que no son capaces de entender la complejidad de los datos y que
extrapolan con fallos parte para justificar la dirección de sus políticas”.
En el mundo desde hace décadas han existido test
evaluadores —en España con menos predicamento—, pero en opinión de los
firmantes de la carta a Schleicher, nunca han tenido tanto peso en las
decisiones como ahora. Ponen el ejemplo de Estados Unidos, “donde la prueba
justifica el programa de exámenes Race to the Top (Carrera al top),
que establece un ranking y etiqueta a los estudiantes, los profesores
y los centros de acuerdo con los resultados de los tests, aunque se sabe bien
que son imperfectos. Por ejemplo, no se ha explicado el descenso en el top de
Finlandia”.
“Los Gobiernos
extrapolan mal los resultados”,
dice
una profesora
Denuncian los 83 en su carta que los Gobiernos son
cortoplacistas y toman medidas sin largo recorrido para sacar pecho en el
siguiente examen (estos son cada tres años). Por ejemplo, la calidad de la
enseñanza depende mucho del estatus y el prestigio de los docentes y en muchos
lugares no se presta mucha atención y no hay ánimo de mejorar esta situación,
porque el resultado se verá a la larga en los test. En España el Gobierno
aprobó en diciembre una reforma educativa que instaura tres exámenes tras el
fin de los ciclos educativos —primaria, secundaria y bachillerato, estos dos
últimos reválidas para obtener el título— muy en la línea de PISA y es ahora
cuando afronta el Estatuto del Docente que aborda estos temas.
“Es indudable que muchas reformas tardan en dar sus
frutos”, plantea Schleicher, “pero algunos países han demostrado un rápido
progreso en un tiempo corto, como Polonia o Alemania”.
“La cuestión no es si PISA debe existir o no. Sino
su relevancia, su transparencia y sus objetivos”, explica desde Canadá Arlo
Kempf, formador de docentes en la Universidad de Toronto. “En el Estado de
Ontario, por ejemplo, en seis meses cambió la formación de los profesores de
Matemáticas tras los resultados de PISA”, ejemplifica el firmante
PISA evalúa tres competencias básicas —matemáticas,
comprensión lectora y ciencias—, pero no otras difícilmente cuantificables y
que, a juicio de estos expertos, son fundamentales para enfrentarse a los retos
del siglo XXI: los objetivos psicológicos, morales, cívicos y de desarrollo
artístico. En los nuevos planes de estudios de primaria y secundaria españoles
la música, la plástica o la filosofía pierden terreno a favor del cálculo o la
lectura, medidos en PISA. “Los niños españoles van demasiadas horas a clase
—más que la media— pero menos de las necesarias de Matemáticas. Se entiende que
se aumenten”, sostiene Antonio Cabrales, catedrático de la University College
London. “Pero debería existir más flexibilidad de horas en los centros. En
Estados Unidos, Reino Unido u Holanda, dependiendo del itinerario, uno recibe
más o menos clases”.
Cabrales recuerda que PISA empezó evaluando dos
competencias y luego sumó Ciencias. “En cada edición algo nuevo. En la última
se incluyó la resolución de problemas y las finanzas, del que se conocerán los
resultados a final de año. Es cuestión de diseñar nuevas pruebas. Todos
encantados”.
Rechazan también los 83 que las pruebas las celebre
la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, pues la
educación a su juicio no tiene solo como objetivo garantizar el empleo del
alumno, sino formar a un ciudadano capaz de participar en la vida democrática
de su país y en la toma de decisiones. Preferirían que fuese la Unesco o la
ONU, órganos supranacionales que tienen entre sus objetivos la mejora de la
educación en el mundo, las encargadas de evaluar a los adolescentes.
Esta idea la defiende también Carmen Rodríguez, del
departamento de Didáctica de la Universidad de Málaga. “La política de
competencias de la OCDE es de 1995 y se basa en la lógica de la economía, el
mercado y la competitividad de Europa. Se invierte en capital humano para
reducirlo a rendimiento en el trabajo y a la competencia entre estudiantes,
centros y países”. Rodríguez echa de menos una formación integral. “El mandato
de la OCDE tiene mucho que ver con el de la Unesco y Unicef”, alega Schleicher.
“Y las decisiones de PISA son tomadas por representantes de todos los países
miembros”.
Cabrales, en cambio, agradece mucho esta incitativa
de la OCDE. “Antes los economistas relacionábamos el desarrollo económico de un
país con la media del número de años de escolarización y era un dato muy débil.
Sin embargo, PISA pone de manifiesto que lo que importa es la calidad de la
enseñanza, no las horas que un alumno está sentado en una clase. Eso antes no
se sabía”.
A los expertos de la misiva aún les gusta menos que
la OCDE deje las pruebas en manos de “compañías multinacionales con ánimo de
lucro quieren ganar dinero”. Y alertan de que estas empresas tienen colegios en
Estados Unidos y planes de establecerse en África, continente en el que la OCDE
quiere introducir el programa PISA. “Como Pearson que ganado millones con las
pruebas y tiene el contrato de 2015”, remarca Kempf.
Y por último sostienen que las pruebas recortan la
autonomía de los profesores y los centros y provocan estrés al alumnado y los
docentes. En el caso español, el ministro José Ignacio Wert reconoce que con
las reválidas examina a los estudiantes y, de paso, a sus enseñantes. “Cuando
hablo con los profesores canadienses sienten pánico. No tienen tiempo para
otras cosas que no sean preparar las pruebas. Y hace dos años estuve en Estados
Unidos y algunos me decían que no podían ir al gimnasio con los alumnos o
trabajar las inteligencias múltiples (espacial, musical, social o emocional)”,
relata Kempf.
Los resultados de PISA se dividen en España por
comunidades pero no por centros. Una práctica común en las pruebas externas de
la Comunidad de Madrid, lo que ha abierto la vía a la competencia entre
colegios por captar alumnos con sus números como reclamo. Rodríguez es
pesimista: “Andalucía ha sacado un decreto para que el fallo no se conozca
públicamente, pero la LOMCE aboga por que exista competencia y la vamos a ver”.
Intervención de José María Toro el 15 de febrero de 2014 en Almansa. Jornadas "Educar para Ser"
Conferencia. EDUCAR CON CO-RAZÓN. Siendo lo mejor que podemos llegar a ser.
No cabe duda que la vida del salmón es asombrosa. Excepto para los propios salmones.
Pero a nosotros los humanos nos fascina
eso de remontar un rio para desovar en el mismo lugar donde se nació.
Más allá del prodigioso mecanismo por el cual se orientan para encontrar
el rio por el que descendieron, podemos incluso dotar a este fenómeno
de un cierto sentido épico.
Pero en lugar de antropomofirzar la vida
de los salmones esta vez quiero salmonizar la vida de una persona.
Porque la imagino como un tipo, que diciendo cosas ya poco habituales,
nada, en la educación y en la vida, contracorriente.
Hace pocas semanas una compañera me dijo
un martes: “Mira que charla anuncian en mi pueblo para mañana”. Se
titulaba “Educar con el co-razón”. Efectivamente me pareció un título
muy sugerente. Le pregunté quien la daba pero no supo decirme y la cosa
quedo ahí.
El jueves siguiente, cuando mi compañera
llegó, empezó a hablarme entusiasmada de la charla a la que finalmente
había podido asisitir. No supo explicarme el contenido concreto pero
estaba encantada. Parecía que había estado más en un espectáculo que en
una conferencia. Esta vez sí supo decirme el ponente: José Maria Toro.
Así que cuando tuve un rato entré en
Internet y puse el nombre del tipo. Descubrí que José María es maestro
(mejor que profesor) pero que desde hace un tiempo se dedica a
transmitir sus ideas sobre educación (básicamente escolar pero también
familiar, social, etc) allí donde le invitan y a desarrollarlas en
talleres y experiencias pedagógicas. Encontré muchas referencias y
videos. Y sobre todo sus varios libros publicados en una editorial que
sigo habitualmente: Desclée de Brouwer.
Es misma tarde, ya en casa, pude entrar a la propia web de José Maria y ver alguno de los videos (recomiendo, por ejemplo, éste)
de entrevistas y charlas que circulan por la red. Y lo que descubrí en
poco más de una hora es la mayor concentración posible de lo que yo
llamo, y ya he explicado en este blog,”ideas sugerentes e indelebles” Es
decir, ideas expresadas de una forma que te impactan y ya no se te
olvidan en toda la vida. Son además ideas expansivas pues a partir de
rumiarlas empiezas a descubrir cosas que van más allá de lo que la
propia idea expresa.
Esa tarde (y en sucesivos días) recibí
tantas de estas ideas de José Maria Toro que me cuesta poner algún
ejemplo, pero me imagino que el post requiere alguno. Desde la idea
misma de “Co-razón” para dinamitar la separación artificial entre lo
racional y lo afectivo; a la idea, obvia pero silenciada, de que el o la
maestra tienen que ser personas equilibradas o la también aplastante
idea de que en educación (del tipo que sea) no es necesario que la
vocación sea un punto de partida pero sí un punto de llegada
(impresionante su crítica divertida y despiadada a un folleto de una
Academia que prepara las oposiciones para plazas de magisterio)
El viernes por la tarde ya me había
comprado en formato electrónico los cuatro libros que José María tiene
en DDB y el domingo me descubrí usando dos de sus ideas en dos momentos
distintos y en un contexto no educativo. Pensé que tenía que hacer un
post para quien no lo conozca pero otros quehaceres y otros posts se
cruzaron en mi camino.
Sin embargo, ayer mismo, en el tiempo de
espera del Centro de Salud y teniendo que revisar un curso que volveré a
impartir el próximo mes (Bienestar en la miseria. Claves de psicología positiva para interventores sociales)
seguí leyendo en mi móvil uno de sus libros que le venía al pelo
(“DESCANSER, DESCANSAR PARA SER. Propuestas para liberarnos del
secuestro del descanso”) Y volví a, como decían antes pero a mi se me ha
quedado, a “alucinar en colores”. Con, por ejemplo, la idea de la
diferencia, esta vez poco obvia pero tremenda, entre descanso y
diversión o distracción o turismo o no tener que trabajar. Pero sobre
todo con su propuesta para combatir diferentes tipos de cansancio con
otro de sus queridos juegos de palabras, o mejor juegos, con palabras:
DES-HACER, NO HACER y RE-HACER. Esto entra en el curso. Fijo.
Así que esta vez he dejado en la cuneta
otros proyectos de post para sacar éste. O reviento. Y sobre todo porque
voy a citar tanto a José Maria a partir de ahora que, si seguís el
blog, le vais a coger manía.
Y es que, aunque no lo conozco (sí un poquito a una persona muy importante para él) me lo imagino como un salmón.
En los remansos tranquilos de su infancia
se fraguó su vocación de maestro, descendió el rio atravesando los
avatares de su formación para llegar a serlo. Y tras unos años en el mar
de la enseñanza reglada ha comenzado el retorno, contracorriente, al
ser profundo de su vocación.
Para ello tiene que enfrentarse a muchas
fuerzas que arrastran como la de la “tecnología educativa” con sus
programaciones y objetivos de todo tipo. O evitar los zarpazos de un oso
disfrazado de inspección educativa o administración escolar. Cada vez
que le leo o escucho me lo imagino saliendo del agua en un portentoso
salto y aprovechando para lanzarnos una de esas ideas que nos ayuden a
,como creo que él mismo diría, conectarnos con nosotros mismos y con los
demás.
Podría parecer que Jose María es un
nostálgico. No lo creo, incluso lo contrario. Pero al menos no es como
muchos otros que idolatran al becerro de oro de la modernidad desdeñando
cualquier cosa “de lo de antes”.
Por eso he querido hacerle un guiño con
su propio estilo y le he llamado un tipo DIFER-RIENTE porque ha
conseguido ser diferente a base de cosas corrientes (como Cesar Millán
que ha triunfado diciéndole al mundo “Señores y señoras, un perro es un
perro, no una persona”) O porque es diferente yendo a contracorriente. O
simplemente porque en sus charlas, sonrie y hace reir, haciéndote
pensar.
Sus libros están (virtualmente) en mi
estanteria de salmónidos. Gente como Carl Honoré (“Elogio de la
lentitud” o “Bajo presión”) o Catherine L´Ecuyer (“Educar en el
asombro”) o Alain de Botton (“Religión para ateos” o “Cómo pensar más en
el sexo”) Gente que se atreve a decir cosas tan sensatas que, con tanta
globalización y capitalismo feroz, se han arrinconado en el armario de
los trastos.
Sólo le deseo que siga su recorrido rio
arriba y que el fruto de su esfuerzo sean cientos y cientos de nuevos
profesionales de la educación con alma de salmón. Y no de salmonete.
(Reconozco que a veces he pensado que
José Mª Toro debía ser la reencarncación contemporánea y española del
profesor japonés Toshiro Kanamori del famoso documental “Pensando en los
demás”. Un tipo capáz de decirle a sus alumnos y alumnas que van a la
escuela a ser felices y que sabe que en las dificultades de la vida lo
más importante que tenemos son los vínculos que nos unen a los demás, y
por tanto su prioridad es que sus chicos y chicas se conecten para toda
la vida)